miércoles, 14 de febrero de 2018

El interrogante gigante de Eulàlia Canal

El interrogante gigante
Texto: Eulàlia Canal
IlustracionesSebastià Serra
Traducción: Teresa Broseta Fandos
Editorial Algar
Colección Álbumes Ilustrados
ISBN 9788491420941
240 x 265 mm, 40 páginas
15,95 €, 2018.



Por José R. Cortés Criado.


En una zona boscosa vive una señora y sus tres hijos. La mamá se fue a trabajar al hospital de la ciudad y no regresaría hasta el fin de semana, así que Martina, Lucas y Hugo decidieron ascender hasta la montaña más alta para disfrutar de la gran nevada caída.

Los dos mayores abrían la marcha y el pequeño, Hugo iba detrás arrastrando su carrito para ir recogiendo tesoros por el camino. Los mayores andaban en línea recta pero Hugo dio un enorme giro antes de coger el camino de sus hermanos.

De pronto se hizo algo oscuro el horizonte, recordaron que la madre les dijo que tuviesen cuidado pues habían bombardeado una ciudad cercana y ni sospecharon el peligro que los amenazaba.

Cuando los dos pilotos se disponían a lanzar las bombas uno de ellos detectó una interrogación gigante sobre la nieve, ante la duda de uno y el afán de acabar su tarea del otro, terminan estrellándose contra unos árboles.

Los niños desconocen la identidad de los soldados, solo saben que están accidentados, los recogen, los llevan a casa y los curan. Cuando se encuentran bien se marchan apesadumbrados al ver que los niños le dieron lo mejor que tenían y que echaban de menos un poco de chocolate.

Al día siguiente volvió el avión y dejaron caer tres paquetes a la puerta de la vivienda familiar, eran tres cajas de bombones. Los niños no sabían por qué ocurrió

Bonita historia, tierna, familiar y bondadosa. La autora nos habla de la bondad y la inocencia de los niños que perturba las mentes más frías y calculadoras, que obedecen órdenes; algunos sin cuestionarse sus consecuencias.

Frente a la visión de los dos soldados que ven tres enemigos en tres niños, los pequeños ven dos personas heridas en vez de dos soldados enviados a quitarles la vida.

A la sencillez y candor del texto de Eulàlia Canal se unen unas imágenes bastante bucólicas con un paisaje nevado propio de tarjeta postal y unos niños llenos de vida y color de Sebastià Serra.

Las imágenes tienen un aire añejo, de un tiempo lejano en el que la vida era sencilla y la bondad se imponía sobre la maldad.

Bello cuento y bonitas ilustraciones que conforman este entrañable cuento infantil con mensaje solidario y pacifista.


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