jueves, 27 de julio de 2017

Botoncito de Yoko Ogawa

Botoncito

Texto: Yoko Ogawa

Ilustraciones: Chiaki Okada

Traducción: Jesús Carlos Álvarez 

Crespo


Colección Álbumes Ilustrados

160 x 250 mm, 32 páginas
(+ 5 años) 2017.

Por José R. Cortés Criado.

De la aventura de crecer de un bebé y del olvido de las pequeñas cosas que le hicieron pasar ratos felices trata este libro.

Botoncito vive feliz y contento en el cuello de la blusa de Ana, siempre asomado a través de Ojalito hasta que cierto día se desprende el hilo que lo ataba a la blusa y rueda por el suelo, en su peregrinar descubre a Sonajero que sollozaba porque Ana ya no era un bebé y se olvidó de él; después a Babero, que también dejó de ser necesario para la niña y fue olvidado, y, por último, a Osito, feliz compañero de sueños.

Botoncito comprende la tristeza de estos tres elementos, para contentarlos, les hace pensar en lo valioso que fueron para hacer reír a la niña, aprender a comer sin mancharse o haber servido para evitar sueños tristes y temerosos.

La mamá de Ana recoge a Botoncito y descubre a los otros tres elementos bajo los muebles; tras coser al primero en su lugar, a los otros los lavó y guardó en la caja de los recuerdos.

Cuando la blusa fue pequeña para Ana, también acabó en esa caja,  donde Botoncito reconoció a sus amigos que vivían felices sabiendo que Ana crecía y era feliz.

Tierna historia de amor filial escrita con una sensibilidad especial que gustará a los pequeños lectores, sobre todo cuando comprueban que ya superaron la fase del sonajero, babero o muñeco de peluche para dormir.

Por su puesto que despertará agradables recuerdos en madres, padres, abuelos y abuelas.

Las ilustraciones complementan el texto, son todas de colores pasteles, predominando el blanco; sobre la superficie del papel se distinguen los trazos del lápiz dando volumen o marcando la silueta de los dibujos.

Algunos tonos rojos, verdes y amarillo complementan la gama de blancos, grises y ocres del álbum.

Es un libro muy tierno, tanto por sus palabras de Yoko Ogawa como por las imágenes de Chiaki Okada.





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