jueves, 29 de junio de 2017

"La gladiadora" de Jean-François Nahmias



La gladiadora

Texto: Jean-François Nahmias

Ilustraciones: Luis Doyague

Traducción: Herminia Bevia Villalba



Colección Titus Flaminius

155 x 220 mm, 292 páginas


(+ 14 años) 2017.

Por José R. Cortés Criado.

Nos encontramos ante una novela policiaca en Roma, en el año 58 a C.

Todo comienza cuando una gladiadora pelirroja siembra el terror en Roma, ejecuta a una serie de personas y las mutila según el objetivo que se marcó, así acaba con un arúspice, sacerdote, y le extirpa el hígado, órgano que él observaba en los animales para predecir el futuro; con una hetaria, prostituta, y le corta ambos pechos, con una perfumista y le elimina la nariz… y siempre, una vez ejecutado el crimen, se quita el casco y deja al aire su melena roja.

Los crímenes continúan, incluso un ahijado rico asesinó a su padre adoptivo para heredar sus posesiones y lo achacó a la misteriosa gladiadora de pelo rojizo.

Pero un joven, patricio, astuto investigador, hijo de familia noble, uno de los más ricos del Imperio, decide investigar qué hay detrás de esa gladiadora que imparte una especie de venganza entre los ciudadanos romanos.

Sus pasos le llevan hasta los Primitivos Campanios, que adoraban a una diosa pelirroja y creyeron ver en la gladiadora la reencarnación de la misma; esta secta quería devolver a Roma su pasado glorioso de los Campanios y se propone incendiar la capital del Imperio.
Como la justiciera es una gladiadora, el protagonista, Titus Flaminus renuncia a su estatus social e ingresa en una escuela de combatientes, deja de ser un ser libre y pasa a depender de un lanista, persona que compra e instruye gladiadores.

Desde ese momento su vida dio un giro enorme, sigue investigando desde el lugar donde se entrena, consigue hacer nuevos amigos, acercarse a la gladiadora pelirroja e incluso dejarse enamorar por ella, aprende a luchar, fortalece sus músculos, ejercita su mente, conoce a gladiadores libertos descendientes de los seguidores de Espartaco, incluso la viuda de este está presente…y, por si todo era poco, recibe un golpe que le hace estar amnésico una temporada.

Su paso por la escuela de gladiadores es la excusa para que el lector aprenda cómo funcionaba esa institución, qué tipos de gladiadores existían, cómo era la vida entre ellos, cómo se vivía en Roma…porque Jean-François Nahmias documenta históricamente todo el relato.

En esa ciudad de Roma, viva e interesante, se funden realidad histórica e imaginación para dar lugar a esta novela policiaca ambientada hace más de dos mil años.

El lector se siente atrapado desde la primera página por la fuerza del relato y no descansa hasta que llega a su desenlace, que poco a poco se va vislumbrado gracias a las deducciones y averiguaciones de su joven protagonista.


Buena historia, bien hilvanada que me trae recuerdos de otro investigador en la antigua Roma o en Pompeya escritas por el español Emilio Calderón: Continúan los crímenesen Roma y El último crimen dePompeya.

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